La ley de segunda oportunidad es un mecanismo legal que permite a las personas físicas deudoras renegociar sus deudas o eliminar parte de las mismas. Este procedimiento ha sido ideado por que las personas físicas, con o sin actividad empresarial, puedan superar una situación de insolvencia grave o fallida.
Pueden disfrutar de esta ley todas las personas físicas, bien sean particulares, trabajadores por cuenta ajena, desempleados, pensionistas, autónomos o empresarios siempre que se den las condiciones establecidas.
La competencia corresponde a los Juzgados de lo Mercantil.